Fuerza de voluntad. Haz deporte

Había un programa de televisión, no sé si se sigue emitiendo, titulado 21 días. En él, una periodista experimentaba durante 21 días consecutivos unas vivencias que le servían al menos para cambiar su punto de vista y comprender mejor a los colectivos con los que convivía: Vivir en la calle; en un circo ambulante/feriante ó 21 días viviendo con  la comunidad china fueron algunos de sus capítulo.Ahora he visto a través de redes sociales, un experimento en el que estadounidenses y un grupo de una tribu africana intercambiaban la dieta durante 20 días. El resultado de esas 3 semanas era la variación en los riesgos de padecer cáncer de colon.

Escribía ya en sastrecoaching la importancia de de crear un hábito. Estoy leyendo  ahora el libro «El poder de los hábitos». En un capítulo del libro hace referencia a entrenar la fuerza de voluntad. el pdoer del hábitoPara ello, hemos de vencer nuestros intereses cortoplacistas e identificar bien la recompensa que tendremos al final de nuestras acciones. Cuánto antes empecemos a entrenar nuestra fuerza de voluntad, más fácil será que la convirtamos en hábito y que podamos extrapolarla a más aspectos de nuestra vida.

Apuntar a niños a practicar deporte o a clases extraescolares de música o cualquier otra actividad; servirá para, aparte de aprender una nueva destreza, entrenar la fuerza de voluntad del niño. Obviamente las actividades tienen que estar bien elegidas y no deben suponer un estrés adicional al niño en forma de consecución de resultados ni en  número de actividades que le impidan jugar o descansar adecuadamente. Pero un niño de 5 años  que es capaz de seguir un balón durante 10 minutos o de tocar el piano durante 20 minutos 3 veces por semana, tendrá más posibilidades de ser un adolescente disciplinado que realiza a tiempo los deberes y proyectos escolares.

En ocasiones nos da pereza empezar un informe, llamar a un cliente o comportarnos de la misma manera cuándo está el jefe que cuando no lo está. No hemos podido crearnos un hábito para estas situaciones porque no se dan con la frecuencia necesaria. No obstante, si tenemos entrenada nuestra fuerza de voluntad por medio de la práctica continuada de actividades deportivas, artísticas o musicales, será más fácil conseguir esa disciplina y exigencia. Fomentar este tipo de actividades desde las empresas, supondrían una mejora en la productividad, en la satisfacción del trabajador y en el trabajo en equipo de la plantilla.Muchas veces ponemos en los Cv nuestras aficiones. Muchas veces también los entrevistadores preguntamos por ellas. Éstos, pueden ser uno de los motivos por lo que se hacen.

Creo que alguna vez he hecho ya referencia al experimento del Marshmallow. En él, se decía a niños de 4 -5 años que si aguantaban sin comerse un marshmallow durante unos minutos, obtendrían otro más como recompensa. El experimento inicial se llevó a cabo hace más de 40 años. El resultado fue que los niños que tuvieron el autocontrol y la fuerza de voluntad para postergar su recompensa, han tenido un éxito académico y laboral mayor.